viernes, 21 de mayo de 2010

Confesiones de Miguel Valdéz

¿Por qué seguir preocupándonos por las razones?... éstas finalmente desaparecen cuando se presentan las ocasiones. ¿Por qué seguir esperando las ocasiones?... éstas no existen si, de antemano, carecemos de razones.

¡Que vida paradójica! No puedo creer que cuarenta años en la búsqueda de sentido puedan reducirse, en segundos, a un mero repertorio de perplejidades.

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