miércoles, 18 de agosto de 2010

Estoy de acuerdo en que las páginas de redes sociales se prestan igualmente para los intercambios más sublimes y los más grotescos pero entiendo que es labor de quien abre cuenta en alguna de ellas el determinar valor, impacto e importancia de lo que el ellas se comenta.

¿A qué temen los gobiernos federal y estatales, la Iglesia Católica y ciertas empresas de alto impacto al deshabilitar la función "comentar" en sus páginas facsbook, tweeter o hi five?...

Justamente a la pluralidad. Allí es donde me doy cuenta de la naturaleza del discurso del Estado Facha en el que vivimos. En México hoy sólo vale el soliloquio, lo que yo institución diga y los demás... que se jodan. En la apertura está la riqueza de la red y sólo en esta apertura se puede habilitar la comunicación y el diálogo entre usuarios.

El chiste de las redes sociales es la coexistencia de posiciones; son espacios plurales en los que cabe cualquier opinión, punto de vista o posición ideológica; se anula el diálogo y todo vuelve a ser un panfleto pegado en la pared.

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